Aprende a preparar unas exquisitas papas gratinadas, una guarnición cremosa y reconfortante que se convertirá en la estrella de tu mesa. Esta receta, accesible para cocineros de todos los niveles, destaca por su simplicidad y el uso de pocos ingredientes, garantizando un resultado delicioso en poco tiempo. Sigue los pasos y consejos para lograr un platillo perfectamente gratinado, ideal para cualquier ocasión, desde una cena familiar hasta un evento especial.
Para dar inicio a esta delicia culinaria, necesitarás reunir los siguientes componentes: cuatro papas de tamaño mediano o grande, una taza de crema (puede ser media crema o crema para batir, según tu preferencia de consistencia), una taza de queso rallado (manchego, mozzarella o una mezcla de quesos son excelentes opciones para un gratinado perfecto), un diente de ajo para aromatizar, sal y pimienta al gusto, un poco de mantequilla para engrasar el molde y, opcionalmente, una pizca de nuez moscada o orégano para realzar los sabores.
El proceso comienza precalentando tu horno a una temperatura de 180 °C. Mientras tanto, pela las papas y córtalas en rodajas muy finas, asegurando una cocción uniforme y rápida. A continuación, unta generosamente un recipiente refractario con mantequilla, y si deseas un toque extra de sabor, puedes frotar el ajo picado por el fondo del molde. Este pequeño detalle hará una gran diferencia en el resultado final.
Una vez preparado el molde, empieza a montar las capas de papas. Coloca una primera capa de rodajas de papa, sazónalas con sal y pimienta, y luego distribuye un poco de crema y queso rallado sobre ellas. Repite este procedimiento, alternando capas de papa, condimentos, crema y queso, hasta agotar todos los ingredientes. Asegúrate de que la capa superior sea de queso, ya que esta será la que se gratine y forme una costra dorada y deliciosa.
Finalmente, introduce el refractario en el horno precalentado y déjalo cocinar por aproximadamente 40 a 50 minutos. El tiempo exacto puede variar, pero las papas estarán listas cuando estén suaves al tacto y el queso haya adquirido un hermoso tono dorado y burbujeante. Si deseas un gratinado más intenso y crujiente, puedes aumentar la temperatura del horno a 200 °C durante los últimos cinco minutos. Una vez listas, retira del horno y sirve estas cremosas papas gratinadas de inmediato para disfrutar de su irresistible sabor.